viernes, 14 de julio de 2017

Buenaventura Durruti, historia resumida de un anarquista

Tal día como hoy 14 de julio de 1896 nace en la ciudad de León - España - Buenaventura Durruti, sindicalista y revolucionario anarquista y una de las figuras legendarias del anarquismo español y de su organización sindical.

Fallecerá el 20 de noviembre de 1936, en circunstancias poco claras, durante la Guerra Civil Española luchando en el bando republicano al frente de una formación de milicianos, conocida  como “columna Durruti”.

Durruti fue un dirigente anarquista español, figura legendaria del anarquismo, que trabajó desde los catorce años como mecánico ferroviario y en 1913 se afilió a la Unión General de Trabajadores (UGT) y tras tomar parte en la huelga revolucionaria de agosto de 1917, hubo de exiliarse a Francia.

A su regreso en 1920, ingresó en la Confederación Nacional del Trabajo  - CNT - de ideario anarquista, fundando en 1922 – junto a otros - el grupo anarquista “Los Solidarios,” al que se atribuiría el atentado contra el arzobispo de Zaragoza, Juan  Soldevila.

Formuló una teoría de la revolución social, basada en el “golpe de estado insurreccional”, a cargo de grupos de combate minoritarios, pero con la llegada de la dictadura de Primo de Rivera, Durruti y su compañero Ascaso, viajaron a Argentina y otros países de Hispanoamérica en 1924, y mediante atracos reunieron  fondos para las agrupaciones anarquistas, hasta volver de nuevo  a Francia.

Al proclamarse la Segunda República en 1931, se mostró opuesto a la República parlamentaria y participó activamente en las revueltas anarquistas de 1932 y 1933, y en la fracasada revolución de octubre de 1934.

Durante la Guerra Civil, dirigió las fuerzas anarquistas en Barcelona en los combates del 19 de julio de 1936, creando el Comité de Milicias Antifascistas y organizando una columna de milicianos que fue enviada al frente de Aragón para tomar Zaragoza, pero no logró entrar en  esta ciudad.

En noviembre del mismo años, se trasladó a Madrid para apoyar la defensa de la capital ante la ofensiva de las tropas sublevadas y, al mando de dos mil milicianos, defendió la Ciudad Universitaria, cercana al hospital Clínico, aunque sin éxito porque terminaría cayendo en manos de los nacionales.

Sobre la una de la tarde del 19 de noviembre de 1936, hieren a Durruti en el pecho con una bala de dudosa procedencia, mientras inspeccionaba las zonas de combate, en circunstancias confusas, ya que nunca se supo de donde procedió el disparo que acabó con su vida, llevándole en estado grave al Hotel Ritz, sede del hospital de sangre de las milicias catalanas, donde muere a las cuatro de la mañana del día siguiente.

Su cuerpo fue embalsamado, ya que sería trasladado y enterrado en Barcelona, siendo ocultada su muerte en un primer momento a la población para evitar desánimos, pero la noticia se extendió rápidamente.

Su entierro en Barcelona congregó a una inmensa multitud.

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